Cerre con suavidad el libro que acababa de terminar de leer, una novela romántica de esas que tanto me gustaba a mi y que Carlisle se había empeñado en comprarme. Me levante con tranquilidad de su silla, exacto su silla porque estaba en su despacho. Cuando Carlisle estaba en el hospital me gustaba estar aquí dentro, el ambiente esta impregnado con su olor y me ayudaba a pasar las horas vacias sin él, aunque ya estaba acostumbrada a sus turnos de trabajo seguia echandolo en falta a cada segundo que estaba sin él.
Suspire mientras caminaba por delante de la estantería de libros buscando el hueco del cual había sacado el libro que tenía ahora entre las manos, una vez en contrado lo coloqué en su sitio y me dispuse a coger otro pero algo me llamó más la atención. La colección de cuadros de Carlisle, esos cuadros contaban su historia y a mi me gustaba mirarlos, en realidad me gustaba recordar el sonido de su voz contandome su propia historia. Suspire con cuidado pasando los dedos con suavidad con el cuatro que representaba a los Vulturi. Me estremecí nada más de pensar en ellos, me daba tanto miedo que volvierán a por mi familia. Nosotros eramos pacíficos, no le haciamos daño a nadie ¿Porque esa obsesión por hacernos daño continuamente?
Me pareció escuchar a alguien entrando por la puerta principal y decidí salir de mi encierro voluntario, antes de llegar a bajo supe que era mi hija Rosalie, tan bella como siempre se encontraba con el ceño fruncido sentada en el sofá. Con una sonrisa cálida y comprensiva me acerque a ella sentandome a su lado - ¿Qué te ocurre Rose? - le pregunte dulcemente. No me gustaba verla con esa cara de enfado, aunque ella fuera algo habitual.
Sus ojos ámbar se dirigieron hacia mí y yo cogí una de sus manos entre las mias para calmarla - Que Emmett iba a pasar la tarde conmigo y Ed y Jas lo han convencido para que se vaya con ellos ha hacer Dios sabe que - me respondió. Le sonreí ampliamente y aparte un mechon de su pelo rubio de su rostro - Cielo no te enfades por eso ya sabes como son los chicos seguro que estan dentro de un rato aquí cubiertos de barro - me reí nada más de pensarlo, les caería una buena por venir llenos de barro y más si entraban así dentro de casa - Además seguro que cuando vuelva Emmett te recompensa ya veras - Rose no pareció muy convencida del todo - Pensaba ir a hacer unas compras quiero cambiar unos cuantos muebles de mi habitación ¿Qué tal si me acompañas? - me sonrió ante la idea y ambas juntas salimos al garaje para coger el coche e ir de compras. Sería mi pequeña sorpresa para Carlisle.