El sol entraba directa mente desde la ventana, reflejandose por los cristales de esta y dando a la habitación un aspecto mas luminoso que cualquier otro día.
Suspire pesada mente antes de abrir mis ojos, me puse un brazo sobre sobre estos, intentando evitar así la claridad, antes de volver a cerrar los ojos para disponerme nuevamente a dormir ,pero aquello no fue suficiente.
Gruñendo me incorpore en la cama y me senté en la misma mientras maldecía de forma baja el haberme despertado, no queriendo despertar a Nessie o a mi hija, a regañadientes me levante y me encamine hacia el baño.
Tras lavarme un poco la cara y darme una ducha fui a la cocina y pensé en prepararme un suculento desayuno, o al menos eso me hubiera gustado hacer porque todo lo que había a mi alcance era una taza de café y un bollito de crema, definitiva mente tenia que conseguir tiempo para cocinar o moriría de hambre...
Hoy era uno de esos días en el que podía sentir que la felicidad se iba comiendo más y más mi ser, no sabia como detener este sentimiento, un sentimiento que ardía en lo mas profundo de mis entrañas... pero que me hacia ser fuerte, es por eso que al cabo de un rato decidí levantarme, es por eso que, en menos tiempo del que hubiera pensado, me encontrara en el bosque después de haber caminado durante varios minutos en busca de Leah para relevarla de su cargo, mirándola cuando vino a mi, ya que seguramente sabia que la buscaba.
La sonreí con sinceridad, mirando su lobuno cuerpo y asintiendo lentamente antes de que ella se marchara en dirección a su casa, había cambiado bastante desde que nosotros nos transformamos, hacia ya varios meses, por primera vez...
Y así fue, como comencé a desabotonar y bajar mis pantalones con lentitud hasta quitarmelos, no queriendo romper mas ropa, pues si bien era cierto que ahora me controlaba mas, había veces en las que no conseguía salvar la ropa por uno u otro motivo...
Después de caminar a mis cuatro patas durante un rato, un olor bastante peculiar a chupa sangres inundo mi hocico, haciendo que retrocediera antes de lanzarme en la búsqueda del causante del olor, soltando un gruñido lleno de enfado al ponerme frente a el, ahora en mi forma humana, y mirándole sin intentar ocultar mi molestia al ver que iba a entrar a mi territorio.
Marchate... este territorio esta vetado para vosotros los vampiros, y si lo pasas no te gustara saber que pueda pasar
Comente, mirándole a los ojos y viendo como este calculaba sus pasos atento a mis actos, aunque solo tendría que avisarle, y matarle en el caso de que no me hiciera caso, sabiendo que Seth ya estaba cerca y notando también el efluvio de Leah en el ambiente.