¿Me voy o no me voy? Maldito dilema (Esme)

Había acariciado ya unas trece veces la tapicería del Mercedes que Edward me había regalado en la graduación, seguía igual de impecable y pulcra que la primera vez que lo había usado. En mi vida humana odiaba aquel carro, me irritaba cada vez que salía a la calle y mas de un espectador me preguntaba que si podían tomarse una foto con el auto. Yo solo pensaba. ¿Es enserio? ¿Quieren tomarse una con foto el auto? ¡Por Dios, es solo un auto! Me calmaba un poco más cuando se había tomado su dichosa foto y se iban.

Ahora me gustaba un poco mas, aun seguía siendo adicta a la adrenalina y el hecho de conducir a grandes velocidades me encantaba. Las sensaciones eran mas "vividas" cuando era humana, pero aun así, no dejaba de gustarme. Debo admitir que extrañaba como se me aceleraba el corazón en cuanto arrancaba la moto de Jake y emprendía marcha por una gran carretera a toda velocidad. Cosa que molestaba no solo a Jake o Edward, a mi padre y a Alice también. Siempre se habían preocupado de más por mi bienestar, en algún momento eso llego a fastidiarme más de una vez, pero ahora lo entendía. Vale, no del todo, pero hacia el esfuerzo.

Quite la alarma del auto y me senté en puesto del piloto, aun no sabia que hacia acá, pero prefería estar en cualquier otro lugar que no fuera encerrada en una casa llena de Vulturis. Limpié el poco polvo que había en el tablero y después acaricie el cuero que envolvía el volante. Mis piernas chocaron con las llaves que se encontraban prendadas en el siwch de arranque y produjeron un sonido calido, incluso relajante.

Encendí el carro y me quede allí, aun no sabia si salir para ver a Jake o no. Aun no sabía si quería salir a algún lugar en específico. Deje el motor funcionando y recosté la cabeza en el espaldar del auto y cerré los ojos esperando que me llegara alguna señal de que hacer.

Estaba en el jardin trasero tratando de relajarme con un libro, leer siempre me había gustado y además me calmaba. Últimamente me encontraba muy nerviosa, era como si presintiera que algo malo iba a ocurrir sobre todo desde que nos habiamos unido a los Rumanos y ahora eramos "La realeza". No me había gustado eso en ningun momento, nuestras vidas ya eran suficientemente ajetreadas antes de que fueramos reyes de nada. Suspire y cerre el libro, así no había quien se concentrara. Mi casa había dejado de ser la casa familiar para alojar también a antiguos Vulturi, yo no tenía nada contra ellos. Bueno al menos ahora mismo no, siempre había sabido perdonar y ya no me molestaban de hecho comenzaban a gustarme. Sobre todo Jane, era fria como el hielo y no podía evitar sentirme en la obligación de ablandarla.

Era curioso pero apesar de su fuerza yo la veía algo desbalida y frágil, como si solo buscara a alguien que la apoyara y la abrazara. Suspire de nuevo para eso tendría a Alec... Solté el libro sobre el banco y me paseé por el jardin admirando las flores que yo misme me esmeraba en cuidar y procuraba que estubieran preciosas, cosa que me costaba bastante con tatan gente en la casa entrando y saliendo. Mis flores se veian pisoteadas casi continuamente, arrugue el entrecejo mirando los tulipanes, la casa era mucho más grande pero aun así me parecía muy pequeña y agobiante con tanta gente, gente que no podía considerar mi familia o al menos aun no lo podía hacer, la mitad de los Vulturi solo estaban aqui porque ahora nosotros dabamos las ordenes. Y eso a mi no me daba ninguna confianza o seguridad de que se quedarian con nosotros o de que protegerian a mi familia como deberían.

Escuche el sonido de un motor en el garaje y la soñadora de mi pensó que era Carlisle que había vuelto de su trabajo. En seguida dibuje una pequeña sonrisa y entre en casa, atravesando el salón y la cocina para ir directa al garaje. Iba muy sigilosa pues mi idea era darle un susto a Carlisle aunque probablemente ya me había oído y olido venir pero daba igual. Entre en silencio al garaje para descubrir que el coche de Carlisle no estaba, sino que era Bella la que parecía ir a algun lado.

No borre mi sonrisa, sino que la amplie de manera maternal y me acerque a la ventanilla cerrada del coche - ¿Vas a dar una vuelta, cielo? - pregunte sin importarme que el crital estubiera subido o bajado. Ella, ahora, podía oirme igual de bien de una manera o de otra.

En estos dias estaba mas indecisa de lo normal, ya no sabia que hacer ni que pensar acerca de muchas cosas. Entendia que los Vulturis se quedaran en la casa ya que Carlisle era su amigo -ademas, jamas habia cuestionado una decision de Carlisle- lo que me costaba entender era el repnetino cambio que habian tenido. No me comia ese cuento de que lo hacian porque si, era obvio que era porque Carlisle y Esme ahora eran la "realeza" y nosotros eramos algo asi como su guardia. Sabia que esa decision no les gustaba, pero no se podian resignar asi como asi.

Bufe exasperada y clave la cara en el volante, las llaves aun seguian haciendo ese sonido que ahora no me relajaba sino me fastidiaba. Mis cambios de humor eran algo realmente preocupante, ni un adolescente sufria de ese modo. El suave ronroneo del motor me rrullaba un poco, cerre los ojos aun mas fuerte deseando dormir y alejarme de todo esto por un rato.

Me volvi a concetar en el garajje cuando una voz me distrajo de mi letargo pensamiento. Era Esme, no me molesto que lo hicera, a decir verdad, era mucho mejor; preferia hablar con mi madre adoptiva a estar pensado en situaciones que no le hacian bien a nadie, bueno al menos nos a los Cullen. Baje el vidrio del carro y vi la hermosa cara de Esme frente a mi.

-Aun no lo se -dije suspirando para luego darle una pequeña sonrisa- ¿Como estas? -pregunte tratando de entablar un tema de conversacion para sacar al resto del mundo de mi cabeza.