Pensando un poco [Edward]

Siempre habia pensado que los mejores lugares para pensar y relajarse era el calro de Edward y mio. Me la habia pasado un buen rato en la casa leyendo como por milesima vez Cumbres Borrascosas, no podia evitar sonreir al recordar lo que Edward decia cada vez que veia que lo extaba leyendo una vez mas. Pero era mi libro favorito y a decir verdad creo que jamas me aburriria de el.

Lo tome entre las manos y sali de la Mansion a paso normal, no se me apetecia correr, pero aun asi, la sensacion de sentir el viento en mi cara y la velocidad no dejaban de gustarme. Pegue un salto atravesando el lago que daba hacia al bosque y segui caminado.

Ya me sabia el camino de memoria, ya no me tocaba andar con mochila y brujula para orientarme. El olor tan peculiar de todo tipo de flors que crecian alli me hacian encontrarlo facilmente. Despues de andar unos 20 minutos al fin llegue.

Los rayos de sol se desplegabanpor todo el terreno y lo hacian ver mas hermoso de lo que era. El olor de todas las flores me invadio y una sonrisa aparecio en mi rostro. Me dirigi hacia el centro y me sente aun con el libro en las manos.
Acaricie lentamente la portda ya toda arrugada, y lo abri nuevamente en donde me habia quedado.

Había salido en una caza rápida ya que no podía retrasar más el momento de alimanterme, no podía seguír estando entra los humanos con ese descuido, lo que menos quería era lastimar a alguien sin querer.
Ya eran al rededor de las tres de la tarde y hacía unas cuantas horas que me había marchado de casa dejando a Bella sola desde el amancer ya que ella se había alimentado solo hace un par de días.

Corrí por el bosque en dirección a la mansión otra vez deseperado por la falta que me hacía Bella cuando pasaba mucho tiempo sin ella. Pero su fragancia me interrumpió en el medio de mi carrera haciendome cambiar de rumbo. Su rastro fresco se dirigía hacia nuestro prado por lo que me apresuré más por la impasiéncia.
Ya podía escuchar su respiración atrificial no muy lejos de mi, pero algo a lo que nunca podría acostumbrarme era a no escuchar sus pensamientos. A la distancia que estaba seguramente ya podría haberlos escuchando, pero que fuera "muda" todavía seguía frustrandome tanto como el primér día.

Los árboles comenzaron a estar más separados los unos de los otro cosa que me índico que ya estaba cerca. Paré de correr y entré al claro caminando a paso humano. Sabía que no podía soprenderla ya que me habría escuchado entes de poder verme. Me acerqué a ella que se mantenía de espldas a mi y miré por ensima de su hombro cuando estuve a su lado.
- Cumbres Borrascosas- susurré agachandome a su lado dandole un beso en la mejilla.- ¿Acaso nunca te aburrirás?- pregunté divertido apartando el cabello de su rostro y colocandolo detrás de su oreja sin dejar de besarla.

El aroma del lugar me invadia cada vez mas mientras mis pensamientos se dirigian hacia el libro, cada suceso, cada parlamento, cada accion me la imaginaba en mi cabeza. Siempre me habia gustado que al leer mi imaginacion volaba y podia imaginar todo lo que sucedia en los libros.

Me encataba la trama que se desarrollaba entre Heathcliff y Catherine, era un amor increiblemente peculiar. Esboce una sonria al pensar en mi y Edward, tambien era un amor peculiar. ¿Quien iba a pensar que un ser tan perfecto y hermoso como Edward se fijaria en alguien como yo? Torpe y con acercamientos a la muerte mas de una vez.

Mi sonrisa se ensacho en cuanto senti su aroma, Edward se dirigia hacia aca con toda prisa. Tambien me hacia falta, se habi ido desde a mañana para cazar ya que hace dias que no lo hacia. Yo habia salido a cazar con Alice hace unos dias y no tenia necesidad alguna.

Sus pasos frenaron a medida de que se encontraba mas cerca. despues senti como se sentaba a mi lado y no pude evitar reir un poco al esuchar y recordar lo que habia pensado en casa.

-quiero comprarlo una vez mas, este ya esta muy dañado -senti sus besos en mi mejilla y me estremeci levemente, me volte lentamente para encontar sus labios.

Su risa me hizo sonreír y me acomodé mejor a su lado sentandme en la hierba. El prado sin duda estaba hermoso, las flores silvetres estaba por todas partes llenando de un perfume delicioso el ambiente.
Presté atención a aus palabras para contemplar por un momento el desgastado volúmen que Bella sostenía entre sus manos.
Pasé el dedo por las hojas casi desprendidas de la encuaderación tratando de comprendér su punto de vista sobre ese libro aunque ya me lo había explicado millones de veces.
- Tendrás uno nuevo...- volví a susurrar para luego volver a mirarla sonriendole de lado. Cualquier cosa que ella quisiera o me pidiera la tendría aunque siempre se había negado a cualquier clase de regalo que fuera de mi parte, pero suponía que un libro no sería algo que le molestara.
- Aunque nunca entedré porque te gusta tanto- pero ¿cuándo había entendido a la primera a Bella?, nunca.

Besé sus labios con dulzura recorriendo con la yema de mis dedos su mejilla.
Me aparté momentos más tarde y la tomé por los hombros llevandola hacia atras haciendo que callera con suvidad en el suelo a mi lado. La rodeé con uno de mis brazos dejandolo a la altura de su cabeza para que pudiera recostarla y que estuviera comoda mientras que mi mano libre tomaba uno de los mechones de su cabello y me ponía jugar con el.
- Un vez más... - le pedí con una sonrisa en los labios.- ¿Qué tiene de especial?- pregunté refiriendome el libro.

Segui el recorrido que Edward hacia con su dedo atravez de las pagina que estabna a punto de desprenderce.Era cierto ya estaba realmente dañado, ya ni siquiera la portada se mantenia en su lugar sino que se abria inmediatamente dejando ver la primera hoja. Hice un pequeño puchero, mi libro iba a pasar a mejor mi vida dentro de muy poco, al igual que mi Chevy. Aun ponia un poco nostalgica cuando recordaba mi anterior auto.

Habia muerto y segun Edward, ya era su hora. Ademas, en ese momento no tenia a mi mecanico personal para ayudarme. En esos momenstos Jacob, mi mejor amigo, estaba disgustado por mi decision de haberme casado con Edward. Ya varios años habian pasado despues de eso.

-pero yo me lo compro -dije con una sonrisa y le di un suave golpe en la nariz con el dedo, ya sabia yo que Edward tenia en mente comprarmelo y apesar de ser un vampiro, aun era realmente recia a que Edward me diera cosas, por mas pequeñas que fuera no tenia modo de como devolverle. Me encogi de hombros con una sonrisa ante su ultimo comentario.

Me recoste con el y me amode para poner mi cabeza en su pecho mientras la mano que no sostenia el libro se dedicaba a pasar los dedos acarciando sus costillas. Lo esuche y rodee los ojos, ya me lo habia preguntado miles de veces y yo le habia contestado.

-ya sabes que me llama la antecion la relacion que existe entre Catherine y Heathcliff -le explique con una sonrisa para despues besar su mejilla.

Bufé al escuchar su apresurada respuesta y puse los ojos en blanco, ahí comenzaba ella con que no quería regalos. Odiaba que rechazara el que yo quisiera comprarle cosas ¿acaso eso no hacía un esposo normal? y todo por esas tonterías que solamente se le ocurrían a ella de pensar que la diferencia se hacía más grande entre nosotros. Pero lo que a ella le costaba entender es que si había alguna diferencia era que yo era un mounstro repudiable y ella un perfecto ángel que por algún motivo se había fijado en mi.
- Bella, ¿no crees qué estas exagerando un poco?- pregunté soltando el mechón de su cabello y rozando sus labios con mi dedo indice.
- Es tan solo un libro, no voy a regalarte un anillo de diamantes- dije sonriendo triunfante tomando su mano con el anillo que le había dado antes de que nos casarmos y observandolo con picardía.
- ¿Sabes lo feo qué es que no aceptes mis regalos?, todo el mundo puede darte cualquier cosa menos yo- dije frunciendo un poco el ceño. Y demasiado había tenido que hacer para lograr que cambiara aquél monovolumen que por alguna misteriosa razón había dejado de funcionar, algo en lo que yo nada tenía que ver... o eso era lo que sabía Bella.

Acomodó su cabeza en mi pecho y coloqué mi brazo detrás de la cabeza para poder observarla. Llevé mi otra mano hasta su brazo acariciandolo con ternura recorriendo su satinada piel.
- Es muy particular...- concordé- aunque sabes que nunca me ha caído muy bien Heathcliff, pero lo entiendo en algunas cosas. Ya te lo he contado- terminé, habíamos tenido esta conversación millones de veces y siempre terminabamos en lo mismo, ella amando Cumbre Borrascosas y yo odiando al personaje principal.
Sentí sus dedos acariciar mi torso, recorriendo la parte donde estaban mis costillas para mientras tanto ponerme a planear alguna escapadita a la librería y poder traerle un volúmen nuevo.

Sonrei como una niña pequeña al verlo un poco exasperado, sabia que no era nada serio, ya habiamos pasado por esta conversacion repetidas ocasiones y siempre llegabamos al mismo punto. Yo seguiria firme en mi idea de que cada cosa que me diera hacia que la diferencia que existia entre nosotros se hiciera mas grande. Aun no podia entender porque se empecinaba en seguir dandome cosas, cuando lo unico que yo necesitaba es que el estuviera a mi lado. Con eso estaria feliz toda la eternidad.
-No -dije negando con la ceabez aun como una niña pequeña- yo nunca exagero -sonrei y despues solte una suave risa. Los dos sabiamos que eso era mas que mentira, vale, talvez solo exageraba cuando se trataba de esos detalles y aun mas cuando Edward estaba implicado en ellos.
-Ya lo se -le murmure en voz suave mirandolo a los ojos- pero piensalo, no te deje darme un regalo en mi cumpleaños, que era una fecha especial. No te voy a dejar darmelo asi porque si -expliqeu mirandolo y despues escuchse su comentario.
-Amor -hice una pausa y acaricie su mejilla, no queria que tomara a mal las cosas- no es por que no los quiera recirbir. Es que simplemente con el tenerte a mi lado ya no me hace falta nada. Con los demas no es lo mismo. Tu eres mi mundo, Edward. Por mas de que no tenga nada y te tenga a ti siempre sere feliz.
Me acerque un poco y le di un corto beso en los labios, despues de auqel efimero momento me volvi a separar.
-Si, me lo has contado miles de veces, al igual que yo a ti -mi mirada se poso en sus ojos mientras de mi brotaba una sonrisa.

Fruncí más el ceño al recibír su negativa una vez más, esos caprichos suyos solía fastidiarme bastante. Solté una suave carcajada en cuanto escuché lo siguiente que me decía y puse los ojos en blanco.
- Es verdad tu no exageras- respondí con ironía sonriendo por un momento y luego volver a mi expresión anterior.
- Esto no es justo- me quejé- Alice siempre consigue darte lo que quiere y sin embargo yo, no puedo regalarte ni un libro.- continué protestando, callandome para escuchar lo que me decía.
- Pensé que odiabas tu cumpleaños por eso no querías regalos, por lo que no veo ningún impedimento para hacerte un regalo un día normal- repuse con rapidéz llevandole la contraría.
Suspiré dejando caér la cabeza sobre mi brazo buscando alguna forma de hacerla entrár en razón. - Es totalmente injusto- dije en voz alta pero en realidad estaba hablando conmigo mismo.
Continuó habland y la escuché enfurruñado negando con la cabeza, aunque totalmente enternecido ya que me encantaba escuchar esas cosas. Le devolví el beso con intensidad para luego apartarme y seguí con el tema.
- Bella, por favor, entiendeme. Tu también eres mi mundo, eres todo lo que quiero y sabes que mataría o moriría por ti y me encanta poder hacerte regalos. Ya me conoces, aunque no las necesites quiero darte todo lo que este a mi alcance, te bajaría la luna si eso te hiciera felíz, tan solo te estoy pidiendo poder regalarte un libro. ¿Tan malo es?- pregunté poniendo cara de santo para lograr convencerla.
Le di un beso fugás en los labios y volví a mirarla del mismo modo.
- Por favor...- pedí- Por favor, por favor.-supliqué como un niño pequeño.

Negue con la cabeza sonriendole. Edward era un caso perdido, era igual o peor de terco que yo, y eso ya era decir demasiado. Hice una mueca leve al escuchar lo de Alice y volvi a negar una vez mas con la cabeza.
-Tu sabes que es porque Alice me obliga -le respondi defendiendome- ya sabes como es tu hermanita -dije con una sonrisa recodando a mi mejor amiga.
-No odio mi cumpleaños -explique mirandolo a los ojos- odio el hecho de ser mayor que tu.
El lo sabia, siempre habia odiado eso, no era justo que el se queda en sus inmortales y pefectas diecisiete primaveras y yo tuviera dieciocho. Diecinueve segun Alice, aunque yo habia refutado porque esa fecha no se contara. Ya era vampiro cuando transcurria la fecha de mi cumpleaños.

Edward parecia un niño pequeño insistiendo, hice una mueca ante eso de la luna. Si hubiera manera seguro él lo haria. Por Dios, Edward era realmente dedicado con esos detalles. Yo jamas me habia fijado en eso y él lo sabia, no entendia porque le entraban los arranques por comprarme cosas.
Puse los ojos en blanco a la vez que suspiraba.
-Esta bien, tu ganas. Comprame el libro, pero solo esta vez -me apresure a decir.

No me daría por vencido en ningún momento, sabía que de alguna manera u otra terminaría seciendo.
Me reí con lo que dijo de Alice, siempre se salía con la suya. Tendría que ir más tarde a pedirle algunos trucos para poder convencer a Bella con más facilidad.
- Pero de todos modos terminar aceptandolos. Yo no puedo ni mencionar la palabra regalo- seguí protestando recordando todas las cosas que Alice le había dado a Bella alegando que "sabría que le gustaría" gracias a su tan útil don, pero en mi caso eso no servía con ella, ya que nisiquiera tenía una pista de lo que estaba pensando.
Reí una vez más cuando comentó el porque su cumpleaños la comlestaba tanto.
- Cuántas veces tendré que decirtelo. No eres mayo que yo, tengo unos... ¿ochenta y dos? años más que tu- dije sacando rápidamente cuentas en mi cabeza.- Me sentiría una niña si fuera tu- bromee besando la comisura de sus labios.

Observé la mueca que hizo y sabía que muy pronto me dejaría cumplír con mi cometido. Volví a mirarla con cara de "perro mojado" hasta que finalmente volvió a hablarme.
- Genial- respondí con una sonrisa enorme- Mañana mismo iré a Pot Angeles y sabes... la joyería esta muy cerca de la librería...- insinué escondiendo mi mirada de la suya que ya sabía como reaccionaría.

-Los acepto porque Alice es un pequeño demonio que esta acostumbrada a que andie le diga que no, y ademas, sabes que nunca he podido resistirme a un favor o algo por el estilo si viene de ella. -explique sonriendole y pensado en Alice. Desde que habia sido humanas siempre me habia agradado, y cuando super secreto que oculataban todos los Cullen la quise aun mas.
Aun recuerdo el entrenamiento que tuvimos -tuvieron ellos, Edward no me dejo participar- en el claro para luchar contra los neofitos. No podia dejar de pensar que alguien tan pequeño como Alice resultar lastimada, cosa que en ese mismo instante Jasper me mostro que no podia ocurrir. Alice era increiblemeten rapida.

Le sonrei cuando dijo lo de mi edad, tambien hice los calclos rapidamente y si, casi era eso. Me acerque un poco mas hacia el y lo mire a los ojos.
-Si, estoy saliendo con un viejo, es repugnante -dije sonreidole y acercandome a sus labios para bersarlos, me demore un poco mas de lo debido y cuando me separe tenia la respiracion un poco agitada. El efecto que causaban los besos de Edward sobre mi no habia cambiado paesar del pasar del tiempo.

Rodee los ojo al verlo con esa gran sonrisa, era de las pocas veces que consegua lo que queria en respecto a mi. Era algo que me satisfacia un poquito secretamente.
Lo fulmine con la mirada en cuanto dijo lo de la joyeria, un regalo estaba bien, y mas si se trataba de un simple libro, pero no iba a dejar nada de joyas.
-Eres imposible Edward Cullen -resople aun mirandolo.

Le sonreí una vez más cuando siguió hablando de Alice y negué con la cabeza un par de veces.
- No es excusa, de todos modos los aceptas- bromee buscando aquella cara que tanto me gustaba, su fastidio era para mi una gran diverción, aunque claro, tenía que tener cuidado de que no se enfadara demasido.
Me quedé observandola en cuanto se quedo callada, esos escasos momentos me atormentaban ya que no poder saber que era lo que pasaba por su mente era desesperante. Esataba a punto de preguntarselo como siempre solía hacer pero me interrumpió volviendo a hablar sobre nuestras edades.

Puse cara de asco y asentí con la cabeza.- Realmente asqueroso- conincidí para luego volver a la imborrable sonrisa que se producía cuando estaba a su lado.
Acercó sus labios a los mios y le devolví el beso sin prisa aferrandola contra mi pecho.
- Te amo - le susurré después, algo que ya le debía haber dicho un millón de veces, pero nunca me cansaría de repetirlo.

Sonreí con más amplitud al ver su mirada asesina al mencionar lo de la joyería, sabía muy bien como era Bella para darme cuenta que eso la molestaría bastante.
- Lo sé- le respondí si borrar la sonrisa de mis labios.- Pero seguramente encuentre algo bonito para ti- le dije y llevé una de mis manos a su cuello recorriendolo con mi dedo índice. - Alguna especie de collar o gargantilla- le dije alzando una ceja imaginando un buen modelo para ella.- Prometo no gastar demasiado- me apresuré a decír, aunque nunca le confesaría verdaderamente el valor de mi regalo.

Deje el tema de Alice a un lado, no lo iba a lograr convencer de nada. Rei al ver su cara de asco y aun mas al escuchar lo que decia. Los dos sabiamos que era juagando, lo habiamos hecho ams de una vez y siempre terminabamos de la misma forma.
Acaricie su rostro y lo mire a los.
-Yo tambien -susrre al igual que el y me quede mriandolo. Me encataba quedarme observandolo, aunque ya me supiera de memoria cada razgo de su cara siempre queria descubrir mas.
Pase mi dedo por el puente de su nariz recta y perfecta, despues senti la maravillosa texutra de sus labios mientras su calido aliento pegaban estos. Recorri la forma de su mandibula para luego depositar un suave beso en esta.

-Te aprovechas de que estoy generosa -dije aun en su cuello- no puede pasar de 50 dolares Edward. Tengo maneras de saber si te excediste del precio -solte una pequeña risa y volvi a besar su cuello.

Sonreí al escuchar que ella también me amaba, algo a lo que me costaría acostumbrame y siempre me asombraba cada vez que salía de sus labios. Se quedó mirandome e los ojos y lo mismo hice perdiendome en el oro fundido de estos.
Su dedo comenzó a recorrer mi rostro obligando a que cerrara los ojos gracias a la calidez.
Mantuve la sonrisa grabada en mis labios hasta que escuché sus palabras.

Abrí los ojos y la miré con el ceño algo fruncido.
- Bella, te pasas- dije entre un suspiro sintiendo su respiración en mi cuello. - Aunque quiera no encontraría nada por cincuenta dolares- dije con la voz serena convencido de que de todos modos me saldría con la mía y le compraría lo que yo quería.
- Sabes que podría sobornar a Alice para que no te diga el precio real- le dije frustrando sus planes si a eso se refería con que sabría el precio.
- Deja que te compre algo, Bella, por favor. Hieres mi ego- le dije soltando una leve risa tratando de concentrarme en la conversación ya que sus besos me estaba distrayendo bastante.

Me rei al esucharlo, podria ser cierto que no conseguiria anda por 50 dolares, pero ya habia cedido con el libro. No iba ceder en esto y menos si se trataba de joyeria. Me demore unos segundos en contestar ya que estaba prendada a su cuello.

-No me interesa -le dije en un tono dulce aun sin mirarlo- ya cedi una vez, no piendo hacerlo dos veces -mis manos seguian acariciando sus costillas y ahora emprendia un rumbo por su pecho.
Lo mordi levemente al escuchar lo de Alice.
-Alice no es la unica forma de enterarme, ademas, es mi mejor amiga. Y si se trata de regalos me lo dira -me burle sin dejar de besarlo.

Edward sabia que era cierto, era muy dificil que Alice se quedara callada cuando de regalos se trataba, ademas inventaria muchas formas de convecerla apesar de que su queridisomo hermano la sobornara.

-Ya me vas a comprar el libro Edward, tu ego podra sobrevivir, te lo aseguro -tambien solte una pequeña risa mientras mi mano seguia acariciando su pecho y mis labios no se desprendian de su cuello.

Miré de reojo hacia abajo en busca de su rostro pero fue algo imposible ya que tenía la cara escondida en mi cuello. Estaba seguro de que me costaría bastante convencerla pero finalmente lo haría... o no, pero eso no iba a cambiar mi planes.
Puse los ojos en blanco en cuanto volvió a negarse, era la persona más testaruda que conocía.
- No entiendo que es lo que tiene de malo. Soy tu esposo, ¿por qué no puedo regalarte cosas?- volví a inquirír - ¿Acaso no lo hace cualquier marido normal?- continué pensando alguna manera de poder persuadirla.

Sonreí al sentír como me mordía y llevé una de mis manos a su cintura.
- No estes tan segura...- contradije con una sonrisa pícara.- Alice ya me ha hecho varios favores, como aquella vez en la que te secuestro y la verdad no pareció molestarle mucho en cuanto le dije que le daría el Porsche- bromeé, mi hermana se había mostrado algo reacia al principio, pero terminó por entender que todo era por el bienestar de Bella.

Tenía razón, sabía que podría sobrevivir como lo había hecho siempre sin regalarle nada, pero la idea se me había metido en la cabeza y no me haría cambiar de parecer. Aferré su cintura con más fuerza y la pegué más a mi sintiendo sus caricias. Esperé unos segundos para volver a hablar ya que la sensación que me producían sus besos en mi cuello era realmente agradable.
- Bella, por favor- dije tomandola por la barbilla y haciendo que me mirara a los ojos.- Haré lo que tu quieras si me dejas hacerte un relago, lo prometo- ofrecí para luego darle un apasionado beso en los labios.
- Por favor...- volví a pedír separandome de ella y vovliendo a mirar sus ojos.

Senti como busco mi mirada y me escondi aun mas en su cuello, no odia evitar sonrei al imaginarme su expresion. No iba a cerder, hiciera lo que hiciera esta vez iba a ganar yo.

-Yo no te estoy diciendo que no me lo compres Edward, te estoy dando un precio establecido. Vamos amor, siempre has sido recursivo, encontraras algo, asi sea en una tienda de reventa -me burle. Sabia que Edward jamas me compraria algo en ese tipo de tiendas, sus escrupulos no se lo permitian. Ese era un punto a mi favor- ademas, tu no eres un marido normal. Debes estar realmente loco como para aceptarme como esposa. Eso no lo haria cualquiera, te lo aseguro.
Me estremeci al sentir como su mano se posaba en mi cintura.

Hice mala cara en cuanto menciono lo de Alice y recorde la vez que me habia secuestrado. No pude evitar recorda que habia llamado a Jake y decirle que no me podia ver con el esa noche ya que mi cuñada estaba torturandome con mascaras faciales y pedicure.

-Ya te dije que Alice no es mi unico recurso, desde que me converti en vampiro he descubierto muchas cosas -dije con una sonrisa. Mi mano se dirigio hacia sus cadera y luego subio para internarse en su camisa, teniamos que jugar parejo.
Levante la mirada sin borrar mi sonrisa burlona. No pude evitar reirme ante ese ultimo comentario.

-No puedo creer que todavia utilices eso conmigo, tu eres todo lo que quiro y ya te tengo a mi lado... -no pude seguir diciendo mas ya que sus labios se apoderaron de los mios. Cuando me separe tenia la respiracion entrecortada.
-Eso es jugar sucio -lo mire arrugando la frente mientras mi mano empezaba a acariciar su abdome por debajo de la piel.

Traté de ignorar su comentario pero me pareció algo realmente imposible, ¿cómo podía ocurrirsele que le comparía algo en una tienda de reventa?
- No te comparé nada que sea de reventa- dije con un tono rotundo. - Amor, no vas a salirte con la tuya- anticipé, ella era la persona más cabeza dura que conocía, pero no me ganaría. Teníamos todo el tiempo del mundo para terminar de aclarar esta situación y no cosa a la que estuviera más acostumbrado que a tener pasiencia.

Solté una caracajada al escuchar que yo no era alguien normal, sin duda que no lo era, pero me parecía bueno arreglar algunas cosas de esa frase.
- Porque casarse con una vampiro es la cosa más normal del mundo- bromeé - Y tengo en mente algunas personas que hubiesen estado encantadas de que te huebieras fijado en ellos, por ejemplo... Mike Newton- dije pronunciando el nombre de aquel chico como si fuese el peor insulto.

Su mano se deslizo por mi cadera para luego escabullirse dentro de mi camisa. Sonreí al pensar que estaba usando la misma téncica que yo de persuación. Me remaché la cabeza pensando cual podría ser la otra menra de que ella se enterara y se me ocurrieron millones, por lo que preferí darme por vencido en ese asunto, una vez comprado el precio no importaba, no permitiría que lo devolviera a la tienda.
Solté una risa al escuchar sus palabras y en ese momento la lamparita se encendió en mi cabeza.
- Bueno... entónces si no quieres que haga lo que tu me pidas usaré lo mismo pero a la inversa. A partír de ahora no haré nada- dije con una sonrisita de suficiencia, estaba casi seguro de que eso funcionaría.

Su mano hacía que me desconcentrara y alcé una ceja al escucharla para luego sonreír.
- Al parecer no soy el único que esta jugando sucio- repuse bajando mi mano hasta la suya.

Solte una carcajada al esuchar el tono que pronunciaba la pabara "reventa", no habia nadie mas meticuloso que Edward y a mi no podia causarme mas gracia que eso.

-Amor te amo, pero deberias deja de ser tan meticuloso -le acaricie la mejilla y le di un beso en esta. Escuche su ultimo comentario y negue con la cabeza. Estas vez no me iba a dejar vencer por su poder de persuacion.
Escuche lo que dijo de Mike e hice una mueca, jamas me habia interesado Mike en un estado sentimental. A decir verda me parecia una persona realmente intensa.

-El detalle, es que yo tampoco soy normal. Asi que casarme con un vampiro es relativamente casual -dije sonriendole- ademas, Mike nunca me gusto. Lo unico que me daba gracia era los celos que le tenias, o le tienes -dije riendome.

-Edward, yo casi nunca te pido nada. Lo unico que te pido es que te quedes a mi lado para siempre, no creo que puedas negarte a eso ¿o si? -levante la mirada para encontarme con sus ojos. Segui subiendo mi mano apear de tener la suya encima.
-Tu empezaste -le guiñe un ojo sonriendole.

Negué con la cabeza testarudo. Solía ser meticuloso en varias cosas pero esto era algo más que eso.
- No iré a una tienda de reventa siendo que puedo comprarte algo mucho mejor- le contesté con obviedad.
Observé la cara que puso en cuanto mencioné a aquel humano y lcé una ceja esperando que me dijera algo.

Sonreí al escucharla, Bella siempre había salido de lo convemcional pero de todos modos un vampiro seguro que nunca había estado dentro de sus planes.
- Pude ser que tengas razón, era lo único que le faltaba a tu suerte toparte conmigo- dije divertido, pero a la vez era algo que nunca me perdonaría.
Volvió a sacar el tema de Mike y no pude evitar sonreír, solía ser una gran molestía en aquellos tiempos.
- Ya con solo escuchar lo que pensaba tenía ganas de ... golperalo- dije tratando de no pensar en ello para no enfurecerme. - Te aseguro que te hubieras puesto igual- continué dibujando una sonrisa en mis labios para olvidarme de la tensión.

Me hice el pensativo por un moemtno ante su último comentario para luego poner los ojos en blanco tratando de acercar su cuerpo más al mio.
- Sabes que no puedo decirte que no a eso, eres mi mundo, Bella. No pienso irme de tu lado nunca- respondí llevando una de mis manos a su mejilla y mirandola a los ojos.
Siguío subiendo su mano por mi pecho y sonreí con picardía.
- Es verdad... yo empecé y de todos modos tendrás un lindo regalo y no de reventa- dije con una sonrisa maliciosa pegando sus labios con los mios antes de darle tiempo a decirle algo aferrandola con más fuerza contra mi pecho

Volvi a reir cuando lo esuche.

-Ya lo se -hice una pausa y le sonrei- pero sabes que hay cosas muy bonitas y que no pasan los 50 dolares. Preguntale a Alice, ella debe saber de algo.

Por mas de que sabia que Alice jamas compraria algo de ese precio, se conocia paracticamente todas las tiendas del estado. Debia saber de alguna que fuera economica y linda.
Escuche su comentario y lo mire con reproche.

-Si, toparme contigo fue lo mejor que me ha podido suceder -le dije con una sonrisa acariciandole la mejilla- realmente no entiendo porque seguia insistiendo, él sabia que desde el primer dia que te vi en la clase de Biologia me habias interesado.

Sonrei cuando lo escuche, apesar de el tiempo que llevabamos juntos aun no me acostumbraba a todas las cosas que me decia. Todavia la idea que yo no era lo suficientemente buena para el rondaba en mi cabeza.
No tuve tiempo de contestar ya que sus labios se poderaron una vez mas de los mios, me acerque mas a su cuepo y enrede mies piernas con las suyas. Delinee su labio inferior con mi leguna mientras mia mano segui acaricianso su suave piel.

- No- sentencié - Me niego rotundamente a comprarte algo de reventa- respondí con seriedad a la misma vez que negaban con la cabeza tercamente. No daría el brazo a torcer bajo ningún medio.
- Alice me mataría si se enterara que te compré algo en alguna de esas tiendas- ya podía imaginar todo el sermón que me daría en cuanto lo viera en alguna de sus visiones.

Sonreí con intensidad aunque me sintiera como una basura al pensar que ella ya no era humana por mi culpa.
- Aunque suene egoista me encanta que pienses eso- dije tomando su mano que acariciaba mi mejilla para darle un beso en el dorso.
Hice una mueca cuando habló de Mike una vez más, recordaba a la perfección todo lo que el muchacho pensaba de mi Bella.
- Siempre tuvo esperanzas de que pudieras fijarte en él- comenté encogiendome de hombros.

Olvidé todo lo referente al humano o cualquier otro tema en cuanto me devolvió el beso, era como si me desconectara del resto del mundo.
La acerqué a mi todo lo que era posible enredando los dedos en su cabello.
Después de unos momentos me separé de sus labios y besé su mandíbula con dulzura.
- Eres mi mundo- susurré.

-Edward, hay cosas que son de ese precio y no estan en tiendas de reventa. No las vas conseguir en Tiffanys, asi que ni se te ocurra ir alla -le dije kientras le apuntaba con el dedo y una sonrisa se dibujaba en mi rostro-Amor ya te dije, no se pasade 50 dolares, si no encuentras anda de ese precio, no me de nada -me encogi de hombros tranquilamente. No me molestab al idea, al contario, me quitaba un peso de encima.

Lo mire con curiosidad en cuanto lo escuche.

-¿Egoista? ¿Por que habria de sonar egoista? No le veo ninguna razon -pregunte tratando de hallarle razon a lo que habia dicho. Sabia que me daria unmotivo que mi no me pareceria valido, pero aun asi queria que me lo contara. Escuche lo que decia de Mike y le sonrei- nunca me intereso -confese- no se como alguien puede ser tan insistente. Ademas tenia a Jessica que se moria por él -negue con la cabeza aun sin entender.

Segui besandolo como si fuera el fin del mundo y solo quedaramos èl y yo. Aunque cuando estaba con Edward no existia nada mas a mi alrededor.

-Y tu el mio -dije con dificulta ya que sus besos no era que me ayudaran demasaido a concetarme.

Puse los ojos en blanco y suspiré.- Esta bien, haré lo que pueda- murmuré entre dientes aunque sabía que no le compraría nada a ese precio. Esperaba que mi frase huebiera sido lo suficientemente convincente ya que sabía que no solía darme po vencido tan facilmente.

Escuché su pregunta eh inmediatamente le respondí, sabiendo de que iba a contradecir mi punto de vista.
- Porque si nunca me hubieras conocido tu vida habría seguido su cause normal. Habrías sido felíz con algún humano que te amara y que te mereciera y no hubieras terminado casa con un detestable vampiro que robó tu humanidad y te puso en peligro más veces de lo necesario- por más que me doliera reconocerlo era la pura verdad.- Y soy sumamente egoista al sentirme bien por tenerte a mi lado sabiendo de que te merecías algo mejor.- concluí con un suspiro.
Jamás nadie iba a poder borrar esa idea de mi mente, pero era demasiado débil como para dejarla, además de que ahora y por suerte todo era distinto.

- También le gustaba Jessica, pero tu eras su punto débil- contesté con una media sonrisa. - Era algo bastante divertido ver las cosas que se le ocurrían para hacerme y la verdad me hubiera encantado que hubiese intentado alguna- dije para luego soltar una carcajada.

Besé un par de veces su cuello hasta que escuché su respuesta volviendo a sus labios. - Es todo lo que necesito saber para ser felíz- le dije con una sonrisa haciendo que nuestros labios se rozaran.

Deje el tema del regalo a un lado, confiaba en el y sabia que no sobrepasaria el precio para no defraurdarme. Mi sonrisa no se borro hasta que lo escucher, ahora mi expresion era inmune, no hable sino solo hasta que termino.

-Por favor, callate. Edward, si no te hubiera conocido no se que hubiera sido de mi. Aunque no lo creas, no me habia interesado nadie hasta que te vi a ti. Te puedo jurar que jamas, jamas, habria sido tan feliz con alguien mas como lo soy contigo. Ademas -hice una puasa mirandolo a los ojos- el tema de mi humanidad ya estaba cerrado, era mi humanidad Edward -recalque el "mi" para que se diera cuenta de que esto iba enserio- no hubiera podido seguir siendo humana si no te tuviera a mi lado Edward. Tu me salvaste la vida, me salvaste en ese momento en que me convertiste. Sin ti en este momento... sin ti estaria "muerta".
Me quede irandolo unos segundos antes de continuar esperando que me entendiera.
-No eres egoista Edward, una persona egoista no hace lo que tu hiciste por mi. Y jamas, existira ni ha exisitido, una personame mejor para mi que no seas tu.

Sonrei cuando vovio al tema de Mike, era mucho mejor que el anterior.

-No se que me veia, era una persona increiblemente torpe y despistada. Realmente no creo que alguien quisiera salir con una persona que la mayoria de la cita andara en el piso -sonrei guiñandole un ojo- ¿Tu porque me elegiste? -pregunte con curiosidad.

-Entocnes no sigas diciendo esas cosas de que no me merece -le dije mientras nuestros labios se rozaban delicadamente.